lunes, 8 de marzo de 2010

Santiago Ramón y Cajal. Vida y obra científica. I/III

Santiago Ramón y Cajal es el mayor científico español, el premio Nobel de España más merecido, el padre de la neurociencia actual, uno de los médicos y de los científicos más citados de la historia. Formuló la Doctrina de la Neurona, fue miembro de varias academias científicas de Europa y América, escribió varios libros y centenares de artículos. Refinó las técnicas de micrografía y observó el tejido nervioso de la médula, cerebelo, cortex y retina de gatos, ratas, perros y humanos entre otros tejidos y especies. Sus famosas láminas pueblan los libros dedicados al sistema nervioso que se publican en el siglo XXI. Además fue fotógrafo, pintor, escritor, aficionado a la gimnasia y al ajedrez..
Vida y obra científica.
El padre de Cajal ("el autor de mis días" como él le llama), médico de profesión, orientó los estudios de su hijo hacia la medicina, peleando con ahínco contra a sus múltiples aficiones.
Cajal se licenció en medicina por la Universidad de Zaragoza en 1973. A pesar de su pronta vocación científica, trabajó como médico y tuvo una notable contribución en la epidemia de cólera que asoló Valencia y amenazó por extenderse por Aragón (inoculando por primera vez en la historia gérmenes muertos). Publicó varios libros sobre patología.
Fue sin embargo en la histología donde puso todo su énfasis, realizando descripciones de múltiples tejidos y en especial del sistema nervioso, el cual estudió en su casi totalidad produciendo una monumental obra.
En 1877 compra su primer microscopio pagado de propio bolsillo y comienza a publicar sus primeros trabajos científicos. A raíz de su contribución contra la epidemia de cólera, la Diputación de Zaragoza le regala en 1885 su famoso microscopio Zeiss con el que comienza la preparación de su Manual de Histología que publica en 1889.
En 1887 el Dr Simarro le enseña las preparaciones del método Golgi. Descubierto unos años antes y apenas apreciado por los científicos europeos, Cajal se da cuenta del enorme potencial del método y se vuelca en su aplicación. A partir de ese momento sus trabajos empiezan a ser muy productivos.
En 1888 funda la Revista trimestral de Histología normal y patológica para poder publicar sus artículos con más rapidez dada su fecundidad científica.
Después de subscribirse a revistas alemanas y francesas y de enviar artículos sin éxito, y tras 1888, su año cumbre, su año de fortuna, decide ir personalmente al congreso de  la Sociedad Anatómico Alemana de 1889 en Berlín.
Ante el escepticismo de sus colegas europeos, despliega sus preparaciones y estos quedan atónitos ante lo que ven. En especial A. Kölliker que en años posteriores aprenderá español para poder leer sus trabajos y que se convierte en un gran divulgador de su obra.
Desde este momento, Cajal goza de una enorme reputación en España y en Europa que le lleva a visitar y hacerse miembro de las principales academias europeas y que culmina con la concesión en 1906 del Premio Nobel.
Cajal sigue trabajando sin fatiga y publica muchos más artículos y el libro titulado Estudios sobre la Degeneración y Regeneración del sistema nervioso en dos tomos.
Axones en crecimiento después de 
un traumatismo en el cerebro de un gato
Doctrina de la neurona.
En un primer momento, su formidable genio y tesón no dieron los frutos esperados. Fue tras conocer el método Golgi cuando Cajal se dio cuenta de lo que podía hacer. Dicho método había sido despreciado por sus colegas europeos, pero Cajal lo perfeccionó y sobre todo buscó nuevos objetos de estudio.
A mis éxitos de entonces contribuyeron, sin duda, algunos perfeccionamientos del método cromo-argéntico, singularmente la modificación designada proceder de doble impregnación
Pero existía un problema: el tamaño de la neurona.
... a causa de la enorme longitud y extraordinaria frondosidad del ramaje nervioso, que inevitablemente aparece mutilado y casi indescifrable en cada corte.
Puesto que la selva adulta resulta impenetrable e indefinible, ¿por qué no recurrir al estudio del bosque joven, como si dijéramos, en estado de vivero? Tal fue la sencillísima idea inspiradora de mis reiterados ensayos del método argéntico en los embriones de ave y de mamífero.

Modificando el método y observando embriones pudo ver con total claridad neuronas completas. Ayudaba el hecho, aún hoy no explicado, de que la tinción se producía en solo una de cada cien neuronas.
Sabido es que la substancia gris representa algo así como fieltro apretadísimo de hebras ultrasutiles; para perseguir estos filamentos nada valen los cortes delgados ni las coloraciones completas. Requiérense al efecto reacciones intensísimas que consientan el empleo de cortes muy gruesos, casi macroscópico (las expansiones de las células nerviosas tienen a veces muchos milímetros y aun centímetros de longitud), y cuya transparencia, no obstante el insólito espesor, sea posible, gracias a la exclusiva coloración de algunas pocas células o fibras que destaquen en medio de extensas masas celulares incoloras. Sólo así resulta empresa factible seguir un conductor nervioso desde su origen hasta su terminación.
La teoría celular ya existía, pero no se consideraba aplicable al sistema nervioso del que se suponía que era una red continua. Cajal estableció la Doctrina de la Neurona demostrando que las neuronas eran células discretas separadas unas de otras y unidas por conexiones, que disponían de tres partes: dendritas, cuerpo celular y axón y que la corriente circulaba desde las dendritas y cuerpo celular corriendo por el axón hasta la siguiente neurona (ley de la polarización dinámica).
Uno de los investigadores que le apoyaron, Waldeyer, dio nombre a la neurona (Waldeyer también nombró con gran éxito al cromosoma) en un articulo que divulgó más las ideas y descubrimientos de Cajal. Cajal lo deja bien claro:
En España es error comunísimo, por desconocimiento de la bibliografía, el atribuir a W. Waldeyer, el ilustre histólogo de Berlín, la paternidad de la doctrina de las neuronas, ignorando que el citado sabio, al resumir en un semanario alemán nuestras ideas y descubrimientos, no hizo sino bautizarla con una palabra nueva, la voz neurona (unidad nerviosa)
Desarrollo de una neurona
Cajal (el mejor de los neurobiologos del desarrollo según el premio Nobel Eric Kandel)  postuló además el cono axónico, la terminación del axón que va creciendo y abriéndose paso entre los tejidos hasta llegar a conectar en su destino.


REF Semblanza biográfica II/III
REF Premios y cargos III/III
Extractos de su autobiografía                                                            

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